El británico Chris Froome (Sky) ganó este viernes la 19ª etapa del Giro, con llegada en Bardonecchia, culminando una escapada en solitario para la historia de 80 kilómetros que le ha servido para lograr el maillot rosa de líder a dos días del final de la prueba en Roma.
“Nunca había hecho algo así en mi carrera”, señaló Froome, cuya aventura recordó las que han marcado la historia del Tour de Francia, como la del italiano Claudio Chiappucci en 1992 en las carreteras de Sestriere. El británico sucede en el primer puesto a su compatriota Simon Yates, que vivió una pesadilla.
“Ha sido un día increíble, para lograr el maillot tenía que hacer algo loco. Fue un riesgo atacar a 80 kilómetros de la meta, pero lo debía tomar. El Colle delle Fenestre era el sitio ideal para atacar, me recordaba a las carreteras africanas”, señaló Froome, que nació y se crió en Kenia.
Tras su exhibición, de cerca de dos horas y media en solitario, el cuatro veces ganador del Tour aventaja al holandés Tom Dumoulin, campeón saliente del Giro, segundo a 40 segundos. El francés Thibaut Pinot asciende de la quinta a la tercera posición, aunque a más de 4 minutos de Froome.
“Es completamente loco vivir una etapa así”, señaló Pinot, que refuerza sus opciones de finalizar en el podio.
Froome, que participa por la primera vez en el Giro desde 2010, logró su segundo triunfo de etapa, tras ganar el sábado en Monte Zoncolan.
La participación del británico de 33 años ha sido muy polémica debido a su control “anormal” en la Vuelta a España que ganó en septiembre. Pero el proceso está en curso y Froome, a pesar de las voces en contra, estuvo en la salida en Jerusalén.
En problemas durante los primeros días de la carrera, Froome protagonizó este viernes una escapada de 80 kilómetros, una actuación de otra época. Se marchó en solitario en la tierra de la cima del Colle delle Fenestre, rodeado de nieve y a 2.178 metros de altitud, abriendo una brecha de 40 segundos con los perseguidores.
La exhibición de Froome fue el polo opuesto a la debacle de Yates, en el primer puesto del Giro desde la sexta etapa. Se vio distanciado muy pronto, a más de 86 kilómetros, en la interminable ascensión de Fenestre (18,5 km), mucho antes de la parte final en tierra.
Yates vivió un calvario y llegó a la cima de este puerto a casi un cuarto de hora de la cabeza de carrera, tiempo que perdió en 12 kilómetros. Llegó a meta a unos 40 minutos de Froome.