Simona Halep se lo decía a todo el mundo: Que era una jugadora diferente. Más fuerte mentalmente. Ella quería mucho ganar finalmente un cetro de Grand Slam y estaba segura de que lo lograría.
Luego de tres derrotas en finales, quizás Halep quería convencerse a sí misma lo mismo que a los demás. De cualquier manera, tenía razón.
Halep agregó su primer trofeo a su número 1 en la clasificación mundial, al imponerse el sábado 3-6, 6-4, 6-1 a la estadounidense Sloane Stephens en la final del Abierto de Francia, en un match de puntos peleados y cambios claves de dirección.
“Cuando estaba abajo un break en el segundo set”, le dijo Halep a la concurrencia tras el partido. “Pensé ‘Todo se acabó. Voy a relajarme y disfrutar el match’”.
Cuando la cuarta oportunidad le llegó el sábado, Halep comenzó tentativa, incapaz de resolver a Stephens, la 10ma cabeza de serie que el año pasado ganó su primer título de Grand Slam, en el Abierto de Estados Unidos. Ambas mujeres son buenas a la defensa, encontrando formas – vía velocidad, fuerza, habilidad e instinto – de devolver cada envío. También son muy capaces de pasar de la defensa al ataque en un instante.
Aunque Stephens frenó temporalmente su caída, igualando las acciones a 4, Halep usó 2 poderosos winners para ganar su servicio y rompió el de la estadounidense en el siguiente game, quedándose con el set.
Halep se convirtió en la primera rumana en ganar un título de Grand Slam desde que su entrenadora, Virginia Ruzi, lo hizo hace 40 años en Francia.