* Los planteamientos ultradefensivos siguen condenando al plantel bananero a perder la categoría, de cara al 2024. /Opinión.
REDACCIÓN
La de ayer ante Atlético Nacional (2-0) significó la quinta derrota del Unión Magdalena en lo que va de la Liga I de 2023. Una vez más el equipo que orienta Claudio Rodríguez terminó consumido por su propia estrategia cicatera, y en el Atanasio: sin público, con un hombre de más por más de 30 minutos, escribió otro capítulo de tristeza para una afición que ve desvanecer la posibilidad de conservar la categoría de cara al 2024.
El rostro del técnico argentino lo dice todo; él mismo ha sido el responsable de esa secuencia negativa de malos resultados. Empezando por la conformación de una nómina en donde le dio más relevancia a incorporar jugadores de corte defensivo, que ofensivo.
Hasta el grupo ya lo tienen dividido por su deseo fulgurante de mostrarse como un técnico de estrategias; en donde él aparezca como único y autentico ganador de los partidos.
Claudio Rodríguez, entrenador del Unión Magdalena preocupado por la derrota que le propinó Nacional.
Su falta de autocrítica es tal, que ya es tradicional escuchar en ruedas de prensa esa frase de cajón “quédese tranquilo que este equipo no se va al descenso”, cuando la realidad es completamente distinta.
Sembrados con 14 puntos en la casilla 18, Unión necesita de manera urgente un revulsivo. Un hombre en el banco que no vaya en contra de la verdadera esencia del fútbol magdalenense, que no es más que ser propositivo, en respuesta también a una afición que se aleja cada vez más del estadio Sierra Nevada.
