* Leones y Bogotá desnudaron las falencias que tiene el equipo orientado por Carlos Silva en el Ascenso II-2021.
REDACCIÓN
La última derrota del Unión Magdalena frente a Bogotá en el estadio Metropolitano de Techo (1-3) dejó en evidencia las limitaciones en defensa, y los vacíos mentales que tiene el equipo de Silva para hacerse a un buen resultado.
La poca concentración afloró sobre todo al no saber defender el 1-0 parcial con el que culminó la primera parte y que hizo pensar en una loable victoria en la fría capital de la República.
Y es que el libreto en suelo bogotano fue quizás el mismo que tuvo ante Leones, cuando en la séptima fecha perdió 3-0 en territorio antioqueño.
Al plantel bananero le ha costado también, por la ausencia de Fabián Cantillo (lesionado), volante que por sus características ha logrado ganarse un cupo y servir de bastión, incluso en los momentos de apremio.
Resulta preocupante que con dos volantes creativos de gran pie como Roberto Hinojosa y Joel Contreras, el equipo termine ‘bartoleando’, sin propiedad en la conducción, y lo que es peor, desproporcionado al no saber manejar ni un resultado a favor, ni mucho menos las acciones, ante un equipo desesperado como se notó el equipo de Cardetti cuando perdía la contienda.
Los samarios son terceros en la tabla con 18 unidades; a tres del segundo, Bogotá y a cinco unidades del Fortaleza, líder del certamen de la B.
El fanático magdalenense aún espera por un equilibrio en sus acciones, donde responda ante los llamados ‘grandes’, y que al final logre uno de los dos cupos que hay para llegar a la máxima categoría del fútbol nacional para el 2022.