Cuatro campeones del mundo y cuatro aspirantes a serlo animarán los cuartos de final del Mundial de Rusia. Una postal perfecta que retrata la paridad que ha marcado al torneo.
Después de la salida del último campeón Alemania en primera ronda, Argentina y España no sobrevivieron a los octavos de final. Tampoco el Portugal de Cristiano Ronaldo, último monarca de Europa.
Brasil, pentacampeón mundial, emergió de ésta instancia como firme candidato tras vencer 2-0 a México, la tercera victoria consecutiva de los dirigidos por Tite sin recibir goles en el certamen desde el empate 1-1 ante Suiza en el debut.
Las estadísticas también muestras que es el equipo al que menos se le pateó al arco con cinco intentos.
El equilibrio y la firmeza defensiva son dos rasgos centrales de este Brasil, que no por ello traiciona su genética creativa, encarnada en Neymar, Willian y Philippe Coutinho.
“Nos sentimos confiados, pero no favoritos. Sabemos que hay otros clasificados con gran potencial. El favoritismo viene de la prensa y de los hinchas”, apuntó Willian. “Nos queremos mantener firmes en nuestra meta, que es ir paso a paso y llegar a la final”.
Buena estrategia mantener la prudencia, sobre todo porque el próximo rival será Bélgica el viernes en Kazán.
Los Diablos Rojos desplegaron el juego más vistoso en la primera ronda, con nueve goles a favor y apenas dos concedidos. Pero se encontraron 2-0 en contra ante Japón para luego conseguir un agónico triunfo 3-2 justo cuando asomaba el tiempo suplementario.
Pero la trayectoria de Bélgica en duelos mano a mano contra sudamericanos es negativa. Nunca pudo vencerlos y ni siquiera marcarles un gol. La última derrota fue hace cuatro años ante Argentina.
En Brasil no jugará Casemiro, el fundamental volante de contención, por acumulación de amarillas. Neymar, Coutinho y Filipe Luis deberán cuidarse ya que de recibir otra se perderán la semifinal en caso de avanzar.
Los cuartos se pondrán en marcha oficialmente con el duelo entre otros dos ex campeones mundiales: Uruguay (1930, 1950) y Francia (1998).
La versión rusa de la Celeste combina la “garra charrúa” con un potencial ofensivo de temer con Luis Suárez y Edison Cavani. Entre los dos convirtieron cinco de los siete goles convertidos en el certamen.
Pero la dupla enfrenta una posible separación. Cavani está en duda por lesión para el encuentro en Nizhny Nóvgorod.
“No es nada fácil. Son pocos días y la recuperación es difícil”, dijo Suárez. “Las ganas, la actitud, la entrega están. El esfuerzo Edi lo va a hacer”. Pero si no puede jugar, “hay otros que pueden hacerlo. Uruguay no depende de un jugador sino del juego colectivo”, avisó el goleador del Barcelona.
Este cruce tiene la particularidad del duelo entre defensores y artilleros que comparten club.
Antoine Griezmann juega en el Atlético Madrid junto a los zagueros uruguayos Diego Godín y José María Giménez. El primero, además, es padrino de la hija del atacante francés.
En tanto que Suárez tendrá que vérselas con Samuel Umtiti, su compañero en Barcelona.
“Siempre bromeaba…que quería enfrentar a Umtiti en el mundial y se hizo realidad”, dijo Suárez.
Con el trono vacante por las salidas de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, Neymar en Brasil tendrá competencia con Kylian Mbappé, quien deslumbró con dos goles ante Argentina. Con 19 años, se convirtió en el primer adolescente en anotar más de un gol en un encuentro de eliminación directa después de Pelé en 1958.
“Es halagador ser el segundo después de Pelé. Pero pongamos las cosas en perspectiva. Pelé está en otra categoría”, dijo con humildad el delantero del Paris Saint Germain, al que medios españoles vinculan con el Real Madrid la próxima temporada.
La semifinal podría deparar un clásico sudamericano si brasileños y uruguayos sobreviven a los cuartos.
En la otra llave, Inglaterra es el único campeón mundial que sigue en pie.
Bajo el mando de Gareth Southgate, ganó una serie de penales por primera vez después de tres intentos fallidos. Fue 4-3 ante Colombia el martes en Moscú. Y volvió a imponerse en un partido de eliminación directa desde 2006.
“Los penales tienen mucho que ver con lo mental y obviamente sabíamos que Inglaterra en el pasado no lo había hecho bien”, comentó el capitán Harry Kane, máximo artillero del mundial con seis goles. “Es bueno dejar eso atrás y creemos firmemente en seguir hacia adelante”.
En Samara, Inglaterra __campeón por única vez en 1966__se las verá el sábado contra Suecia, que en silencio se metió entre los ocho mejores por primera vez en 24 años tras vencer 1-0 a Suiza. No, no lo extraña a Zlatan Ibrahimovic, el mejor jugador sueco de todos los tiempos que se retiró de la selección en 2016.
La Suecia de Janne Andersson es trabajadora, difícil de romper y aburrida de ver.
“El fútbol es un juego de equipo y este equipo lo personifica realmente. Compartimos, trabajamos el uno para el otro dentro y fuera del campo”, dijo el estratega que pareció mandar un mensaje indirecto hacia Ibra.
Las cenicientas del certamen protagonizarán el duelo restante. La anfitriona Rusia y Croacia jugarán el sábado en Sochi. Los dos supieron convertirse en verdugos de dos de los máximos aspirantes al trofeo: los locales eliminaron a España en octavos, mientras los croatas protagonizaron una resonante victoria 3-0 sobre Argentina en la primera ronda.
Nada hacía presagiar esta campaña de los locales en el Mundial. Pero el arquero Igor Akinfeev atajó dos penales ante los españoles en la definición por esa vía para que Rusia llegue a cuartos por primera vez desde la caída de la ex Unión Soviética.
Y ahora sus hinchas creen posible que Rusia pueda sumarse el club de organizadores que ganan la copa. El último fue Francia en 1998.
“Respetamos a Rusia, pero nuestro objetivo es el primer lugar en el mundial”, expresó sin rodeos el defensor croata Domagoj Vida. “No entiendo por qué no deberíamos decirlo. Si no creemos, no lo conseguiremos”.