De los nervios. Así acabó la Seleçao el sufrido duelo contra Costa Rica, con Neymar desconsolado en llanto y las pulsaciones desbocadas. Un descontrol emocional que tendrá que contener el miércoles ante una Serbia con la vida en juego y que no piensa facilitar el empate que precisa la Canarinha para entrar en octavos.
Líder del Grupo E igualada a cuatro unidades con Suiza, Brasil necesita solo un punto para seguir adelante en una competición que arrancó mucho más cuesta arriba de lo que pensaba. No es la única que ha sufrido en este Mundial que comenzó enloquecido, pero sí a la que peores recuerdos le trajo la tormenta de dudas que siguió al decepcionante empate contra los helvéticos (1-1) y a los desesperantes 91 minutos que tardó en abrir el marcador ante la infranqueable Costa Rica de Keylor Navas (2-0).s, lo que le obligaría a cumplir un partido de suspensión.
Batalla
Pero antes de pensar en el futuro, Brasil debe pasar por la correosa Serbia, que tras su buen comienzo ante Costa Rica (1-0) se deshinchó en el tenso duelo frente a Suiza (2-1).
El patinazo le costó llegar con muchos aprietos a esta última fecha, en la que no solo precisa imponerse a la pentacampeona del mundo sino hinchar porque los helvéticos no ganen a la misma hora a la ya eliminada Costa Rica.
“Creo que tenemos calidad suficiente y que podemos desafiarles”, opinó sin embargo el centrocampista Adem Ljajic. “Vamos a dar todo lo que tenemos en la cancha durante 90 minutos y espero que pueda ocurrir el milagro”, añadió.