* El equipo, que en esta campaña estuvo comandado por Teófilo Gutiérrez en la cancha y Julio Avelino Comesaña en el banco, ya había ganado el título en las temporadas de 1977, 1980, 1993, 1995, 2004-II, 2010-I y 2011-II.
MEDELLÍN
Junior sufrió pero la brillante presentación en el partido de ida de la final del fútbol colombiano le bastó para lograr la octava estrella de su historia. A pesar de que el Deportivo Independiente Medellín ganó el juego de vuelta por 3 a 1, el marcador global terminó 4 a 5 y el equipo Tiburón logró coronarse en la Liga Águila 2018-2.
El equipo, que en esta campaña estuvo comandado por Teófilo Gutiérrez en la cancha y Julio Avelino Comesaña en el banco, ya había ganado el título en las temporadas de 1977, 1980, 1993, 1995, 2004-II, 2010-I y 2011-II.
La hinchada roja creyó en su equipo y compusieron un marco inmejorable en el Estadio Atanasio Giradot, que se pintó de escarlata para apoyar a su equipo en lo que parecía una improbable remontada.
Desde un arranque, el conjunto local se alimentó del gran ambiente que se vivía en el escenario y asumió la iniciativa del partido, a sabiendas de que necesitaba al menos tres goles para forzar los penales, una de las principales debilidades del Junior.
Mientras tanto, los visitantes le apostaron a resguardarse y administrar la ventaja de 4 a 1 que habían conseguido en el juego de ida en el Metropolitano de Barranquilla. Una estrategia parecida a la que usaron en Brasil frente al Paranaense y que le había traído buenos resultados en el juego pero no en los penales.
La primera jugada clara fue un remate de Juan Fernando Caicedo en el minuto 14 que pasó cerca del arco. El equipo local continuó su arremetida y en varias ocasiones se arrimó a la portería, más con ganas que con juego.
La más clara hasta ese momento fue un remate de Germán Ezequiel Cano pero apareció Sebastián Viera que evitó el gol en contra con una brillante atajada tras una jugada de tiro de esquina.
El Junior también apareció con opciones y en el minuto 39, Luis Díaz tuvo un mano a mano con el arquero David González que alcanzó a rozar la pelota para evitar que ingresara después de haber pasado entre sus piernas.
Cuando los 45 minutos iniciales estaban a punto de terminar llegó el gol de la ilusión para los fanáticos del Poderoso. Leonardo Castro hizo un remate de media distancia con pierna derecha con el que logró acabar con el cero y sirvió de envión anímico justo antes de que se acabara la primera parte.
Con los ánimos altos tras haber podido al descanso con un tanto, Medellín siguió arremetiendo el arco juniorista y en el minuto 55 consiguieron el 2 a 0. La jugada fue toda de Germán Ezquiel Cano, que manejó los ritmos de un contragolpe y le dejó la pelota a su compañero que logró el doblete.
Con este tanto solo faltaba uno más para que se empatara la serie.
En el minuto 71 y cuando más atacaba el Medellín vino un ataque del Junior, en el que Yony González remató y tras un desvío el balón entró junto al palo. Un baldado de agua fría para los presentes en el Estadio Atanasio Girardot.
Pese a este golpe, el Poderoso siguió intentándolo y en el minuto 79 logró el 3 a 1 por intermedio del goleador Germán Ezequiel Cano, tras un tiro de larga distancia de Castro.
Los últimos 10 minutos, el Medellín fue con todo por el cuarto gol pero no le alcanzó y el Junior se coronó campeón.