El Manchester City finalmente recibió el domingo el trofeo de la Premier, mientras que el Chelsea se acercó a la Liga de Campeones después de no poder defender su título de liga y asestar un duro golpe a las aspiraciones del Liverpool de finalizar entre los cuatro primeros.
El Chelsea continuó con su resurrección y logró su quinto triunfo consecutivo después de que Olivier Giroud marcó el único tanto en contra del Liverpool, que tiene un solo triunfo en los últimos cinco partidos de liga.
Ha sido una impresionante transformación del Chelsea, que recortó la diferencia con el Tottenham _ cuarto lugar _ de 10 a dos puntos en cuestión de un mes.
“Nuestro futuro no está en nuestras manos, pero debemos tratar de sumar los tres puntos para ejercer presión al equipo que se mantiene delante de nosotros”, dijo el técnico del Chelsea, Antonio Conte.
La victoria de 1-0 sobre el Liverpool colocó al Chelsea a tres puntos del conjunto de Juergen Klopp, cuyo equipo ha dejado de lado la competencia local después de avanzar a su primera final de la Liga de Campeones en 11 años.
“Hace un mes era imposible imaginar llegar al final y disputar un lugar en la Champions”, sostuvo Conte. “Ahora hay posibilidades porque estamos rescatando tres puntos por juego (cinco en fila) y nuestros rivales están perdiendo puntos”.
Mientras que el Chelsea y el Tottenham tienen dos partidos restantes, al Liverpool le queda un solo juego y podría depender de su mejor diferencia de goles para asegurarse un lugar en la Liga de Campeones — a menos que venza al Real Madrid el 26 de mayo en la final europea.
Quien sea que finalice en la quinta posición tendrá que conformarse con un lugar en la Liga de Europa junto al Arsenal y el Burnley, que se midieron el domingo en el último juego como local de Arsene Wenger al frente del cuadro londinense. El estratega francés se despidió del Emirates Stadium con una goleada de 5-0.
Wenger dejará al club después de 22 años, pero sin un título de liga desde 2004.
El Man City, que aseguró el título hace tres semanas, recibió el trofeo por tercera ocasión en seis años, pero no pudo continuar con las celebraciones al empatar 0-0 con el Huddersfield.
Los juegos del domingo tuvieron un ambiente un tanto sombrío debido a la preocupación por la salud del ex técnico del Manchester United, Alex Ferguson, quien el sábado fue operado de emergencia debido a un derrame cerebral.