La cita romana de la Liga de Diamante de atletismo, dedicada a Pietro Mennea, antiguo poseedor del récord del mundo de 200 metros, tendrá el jueves su plato fuerte en los 100 metros con el dúo de estadounidenses Christian Coleman-Ronnie Baker y su revancha de la reunión de Oregón.
Más allá de los velocistas de bolsillo americanos, 2018, año cero de la velocidad después de la retirada en el 2017 de Usain Bolt, es la ocasión para todos “de posicionarse”, destaca Dimitri Demonière, entrenador del francés Jimmy Vicaut, co-poseedor del récord europeo (9,86 segundos) de los 100 metros.
En este contexto, los 100 m del estadio olímpico, donde Vicaut aparece como la principal oposición al dúo americano, levantarán el telón del nuevo escenario mundial.
Hace cinco días, en Oregón (Estados Unidos), Baker superó a Coleman, 9 segundos y 78 centésimas por 9,84, tiempos que contaron con la ayuda de un viento demasiado favorable (+2,4 m/s).
“Estoy muy contento, fue mi primera carrera del año (al aire libre) y la afronté con un pequeño problema en la pierna”, dijo Coleman, de 22 años.
Pequeños y explosivos, siguiendo el modelo de su ilustre compatriota Maurice Greene -anterior a la era Bolt-, Coleman y Baker son dos proyectiles. “Subcampeón del mundo de 100 m (en 2017), campeón del mundo y recordman del mundo de 60 m (6,34), Coleman parte con una pequeña ventaja”, apunta Demonière.