* Un equipo sin equilibrio, y un manojo de nervios en defensa reflejó Junior ante los paraguayos, que con la victoria en Barranquilla quedaron a un paso de cuartos de la Sudamericana.
REDACCIÓN
Dicen que muchas veces los equipos se parecen a sus técnicos; eso teniendo en cuenta su pasado en donde adquirieron cierta virtud que los hizo respetado, pero lamentablemente en el caso de Amaranto Perea no se cumple tal aseveración, ya que en el Roberto Meléndez y propiamente ante Libertad de Paraguay, el plantel currambero fue un manojo de nervios sobre todo en lo defensivo. Ni sombra de lo que era la aplicación, que caracterizó al estratega antioqueño, cuando oficiaba de jugador en clubes como Atlético de Madrid y hasta en la misma Selección Colombia.
Anotar 3 goles, y recibir 4 de local es señal del poco oficio que tiene Junior para hacerse a un buen resultado, y lo que es peor solidificar su zaga. Y es que lo acaecido este miércoles en el gramado de la Ciudadela 20 de Julio fue para el olvido.
Errores infantiles, que van desde fundamentación hasta desconcentración dieron una alta cuota de favorabilidad para que los guaraníes se llevaran un majestuoso resultado.
Gabriel Fuentes y Germán Mera fueron absolutos ‘coladores’ ante un ataque demoledor de los paraguayos, que desde el minuto 1 hasta el final del partido no claudicaron por aumentar su cifra de goles.
En síntesis: con un doblete de Héctor Villalba, un tanto de Julio Enciso y otro del centrocampista Hugo Martínez, los paraguayos se impusieron al Tiburón, por el que anotaron el veterano Carmelo Valencia; el lateral Marlon Piedrahita, que jugó como volante, y el extremo Freddy Hinestroza.
Al final, un marcador que resulta cómodo para Libertad, que de entrada con el empate y aún perdiendo por un gol ya está en la siguiente fase del certamen sudamericano.