El técnico de Millonarios habló en entrevista con un medio argentino.
Miguel Ángel Russo, técnico de Millonarios, se refirió en entrevista con el diario La Capital de la ciudad de Rosario en Argentina que si se siente mal físicamente, prefiere dar un paso al costado, pero mientras tanto continuará dirigiendo al cuadro ‘embajador’: piensa retornar este sábado a Bogotá.
“Sé que he superado el problema del cáncer de vejiga y lo de la maldita bacteria, ahora viene lo mejor de mi carrera. Que a lo mejor no es mucho tiempo, porque en algún momento debo dejar el fútbol antes de que el fútbol me deje a mí. Porque después de todo este quilombo uno enfrenta lo que viene de otra manera, con otras formas”, dijo Russo sobre la posibilidad de que deje el fútbol antes por su constante problema de salud.
Sobre lo que tuvo que vivir cuando se enteró de su enfermedad y cómo estuvo fuerte mentalmente para seguir dirigiendo a Millonarios, el profesor Russo confesó que su entorno de positivismo fue clave en su recuperación.
“Miedo tenemos todos. Es un síntoma de cordura. Como en cualquier circunstancia en el que uno debe manejar el miedo y evitar que el miedo lo maneje a uno. Para eso es clave su entorno, el positivismo de su alrededor, que actúa como un escudo de aquellos que sin quererlo son pesimistas. Si Dios quiere este sábado regreso a Bogotá para dirigir a Millonarios que es mi presente”, señaló.
Y es que para el estratega es clave el aspecto mental en cualquier ámbito de la vida, desde el fútbol hasta superar una enfermedad como el cáncer.
“En el fútbol la fortaleza mental es determinante. Y uno construye un método para afrontar estos imprevistos como técnico y conductor de grupo. Aparece un problema, no nos preocupamos, nos ocupamos y buscamos resolverlo. Y mira que uno pasó por muchos momentos de tensión dentro de la cancha, tanto para salir de situaciones complejas como para conseguir cosas importantes”, puntualizó.
Asimismo, el entrenador ‘Embajador’, aseguró que haber sufrido el problema de la bacteria fue algo que le bajó la moral en su momento, pues se recuperó de lo más difícil, el cáncer, y estaba en el hospital por algo menor.
“Y sí me enojé mucho. Me puse mal, hubo un momento en que no quise ni contestar el teléfono, incluso lo apague, elegí quedarme solo unos días. En esa soledad mi cabeza dio una pelea sin cuartel porque no entendía lo que me pasaba, por qué carajos había vencido un cáncer y estaba perdiendo con una bacteria”, manifestó Miguel agregando que: “Todo está superado ahora vuelvo a seguir trabajando”, concluyó Russo.