Hasta hace unos días, el mundo daba por hecho que el argentino Lionel Messi y el francés Antoine Griezmann jugarían juntos en el Barcelona la próxima temporada. El galo tomó “La Decisión” de enterrar esa posibilidad y, este sábado, la realidad los enfrentará en los octavos de final del Mundial de Rusia-2018.
De compañeros a enemigos en una final anticipada entre dos excampeones del mundo, entre dos de las favoritas a hacerse con el título y que llegan a la cita con dudas y con sus mejores futbolistas criticados por su bajo estado de forma.
No en vano, Messi erró un penal en el empate 1-1 ante Islandia en su debut en el campeonato, estuvo desaparecido ante Croacia (0-3) y solo estrenó su casillero de goles ante Nigeria (2-1) en la última fecha mientras Griezmann solo fue capaz de perforar el arco rival ante Australia, de penal, en la primera jornada.
Mientras “La Pulga” llegará al encuentro con confianza renovada tras su tanto y su gran actuación ante los africanos, el galo aún no ha encontrado la fórmula para brillar en Rusia-2018, luego de liderar a su selección hasta la final en la Eurocopa-2016 y al Atlético de Madrid hasta el título de la Europa League esta temporada.
“Quizás (Griezmann está) un poco menos bien físicamente”, había reconocido su compañero Olivier Giroud tras la victoria 1-0 de los suyos ante Perú en la segunda fecha del Grupo C.
Una “Decisión” clave
Las semanas previas al comienzo del torneo los medios españoles daban por hecho que Griezmann y Messi serían compañeros en el Barcelona, que pagaría la cláusula del futbolista del Atlético de Madrid para conformar uno de los ataques más temibles del planeta.
“Siempre lo dije: con los buenos jugadores es fácil entenderte y Griezmann es uno de los grandes jugadores que está pasando por un momento de su carrera excepcional. Después ya verá el técnico cómo lo acomoda todo pero obviamente es un jugadorazo y nos entenderíamos”, dijo Messi en una entrevista al diario español Mundo Deportivo antes de viajar a Rusia.
“Eso ya dependerá del técnico si llega Griezmann, que (el fichaje) aún no está al cien por cien, pero obviamente cuanta más calidad tengamos mejor. Queremos ser el mejor equipo del mundo y para eso queremos tener los mejores”, agregó.
Con el campeonato a la vuelta de la esquina, Griezmann deshojó la margarita en un documental producido por el defensa del Barcelona Gerard Piqué bajo el título “La Decisión” en la que el francés reveló que seguiría en el Atlético de Madrid en lugar de desplazarse al conjunto catalán.
“Aquí si ganas algo, estás en la historia; allí vas a ser uno más. Siempre”, le dijo su esposa Erika.
Y él, finalmente, se quedó.
Al menos a corto plazo, Griezmann y Messi ya no serán compañeros. No entrenarán cada día el uno al lado del otro en Barcelona ni levantarán eventuales títulos juntos. Continuarán sus batallas en la Liga. Y, este sábado, uno despedirá al otro del Mundial.