Uno se convirtió en uno de los grandes astros del tenis, el otro es el que se quedó debiendo. Cuando Rafael Nadal enfrente a Richard Gasquet en la tercera ronda del Abierto de Francia, será un duelo de viejos amigos en Roland Garros.
Ambos jugadores comparten la misma edad, 31 años, y se conocen desde chicos. “Tengo una gran relación con él, siempre”, dijo Nadal tras despachar al argentino Guido Pella por 6-2, 6-1, 6-1 en la cancha Suzanne Lenglen el jueves, para así asegurar un duelo contra su rival francés. “Desde que éramos niños. Jugamos por primera vez cuando teníamos 12 años”.
En ese momento, muchos expertos creían que Gasquet se encaminaba hacia una brillante carrera. En un país que ansía por su primer campeón del Abierto de Francia desde Yannick Noah en 1983, Gasquet despertó enormes expectativas por su precoz talento.
Gasquet estuvo cerca en el Masters de Montecarlo en 2005, cuando se midieron en las semifinales, pero perdió una dura batalla de tres sets.
“Fue un partido especial. Éramos los representantes de la nueva generación en ese momento”, dijo Nadal. “Le iba un poco mejor que yo. Era la estrella francesa del futuro. Por eso que habían tanta expectativa por ese partido”.
Hoy en día, no hay duda alguna sobre quién es el mejor. El jueves, Nadal completó otra victoria en sets seguidos para dejar su marca en Roland Garros en 81-2. No ha cedido un set en el Abierto de Francia desde 2015, cuando cayó ante Novak Djokovic en los cuartos de final. En 2016, se retiró por una lesión en la muñeca izquierda, luego de un par de fáciles victorias, y arrasó en cada set el año pasado rumbo a darle un mordisco al trofeo de campeón.
Esta temporada, Nadal solo ha perdido un partido en arcillo, alzando títulos en Montecarlo, Barcelona y Roma.
Ante Pella, el número uno del mundo levantó las cuatro bolas de quiebre que afrontó y acumuló 37 winners.