* Es la pregunta que se hace el samario; y no es para menos, cuando a la fecha no hay visión administrativa, y lo que es peor cuando se ve sucumbir la institucionalidad, pendiente más de los votos por recuperar la Alcaldía.
Qué ironía, mientras Santa Marta es visitada por productores extranjeros, los cuales demarcan las virtudes deportivas y especialmente futbolísticas de todo aquel que nace acá, su equipo, hoy se encuentra sentenciado a jugar la Primera B en Colombia.
Esa desazón retorna, y es que no hay dudas, Unión Magdalena se quedó sembrado en esa historia de aquel título de 1968 o lo que es peor, en pregonar a los cuatro vientos, que es socio fundador del fútbol colombiano.
Es evidente que el gran problema que tiene Unión Magdalena es su institucionalidad; o mejor quienes están a cargo de proyectarla o recuperarla. Hoy, cuando el departamento es pisado por veedores que llegan a la Zona Bananera, a los pueblos ribereños del Río Magdalena en busca de nuevos talentos; el equipo de Santa Marta se da el lujo de no utilizarlos.
A falta de un compromiso por Liga ante el Deportivo Independiente Medellín; los bananeros no les queda otra que jugar por el honor, mientras gran parte de su dirigencia se encuentra pendiente del conteo de votos para intentar recuperar el poder que da la Alcaldía de Santa Marta. ¡Así no se hace patria! O mejor ¡Así no se llega a ningún Pereira!
Otra vez volvió a retumbar en la Bahía más Linda de América ese lema que a través de los años ha hecho carrera: “Dávila le conviene tener el equipo en la B, y no en la A”; y quizás por este mes ese pensamiento se incremente debido al desdén que se percibe, al nulo pronunciamiento que existió después de conocerse el fracaso del Unión al perder ese juego ante Bucaramanga, y lo que es más natural, por la crisis económica que dicen tener los directivos o mejor el dueño del aviso, sustentando aún más la desgracia de haberse ido al hueco de la B.
De cara al 2024; Unión no cuenta con un proyecto bien contexturado para lograr en 9 meses recuperar la primera división. Los técnicos Harold Rivera y David Ferreira seguramente esperan el pitazo final de este miércoles ante el Poderoso para tomar sus maletas y analizar nueva y mejores propuestas, mientras el hincha atorándose con su desazón, esa misma que ya vivió en los años 1999, 2005 y 2019.
Pero no hay porqué preocuparse, al comando del plantel o lo que quedará de él, estarán como es costumbre Carlos Silva o alguno de bajo perfil que esté en reservas, tal cual como le escuché decir hace varios años a un personaje de la misma institución: “La B en Colombia se afronta con lo que sea; ahí no hay tanta presión”; de todas maneras TAYRONA SPORTS seguirá muy pendiente de los por menores del Unión, sobre todo por respeto a sus hinchas y aquella legión de 1968, que vivos o muertos aún conservan el reconocimiento gracias a la muestra fehaciente de pundonor y amor por su tierra.