“Las limitaciones están en la mente”. Esa es la idea de vida de Santiago Arroyave, un joven y talentoso futbolista antioqueño quien cumplió recientemente uno de sus más grandes sueños: jugar en Primera División.
Corría el minuto 90 del duelo entre Leones y Pereira por la Copa Colombia. Cuando el técnico del conjunto felino lo llamó para ingresar al terreno para los últimos instantes del compromiso, él no lo podía creer, era el momento que tanto había soñado, por el que tanto había luchado durante los últimos años.
Santiago nació con focomelia, una extraña enfermedad que impide el correcto crecimiento de hueso y músculos en las extremidades del cuerpo. Esta condición lo trajo al mundo sin el brazo izquierdo y con el derecho a medio desarrollar. Sin embargo, eso no le impidió jugar al fútbol y mucho menos hacerlo de manera profesional.
“Este sueño lo llevo persiguiendo desde los seis años. El debut fue muy soñado y gracias a Dios me dieron la oportunidad”, comentó el joven de 18 años a Blu Radio. “Mi corazón parecía detenerse y la sangre corría a mucha velocidad , sentía que tanta felicidad no podía ser real”, detalló.
Santiago ha tenido que luchar bastante y contra la corriente para cumplir su sueño. Naciò con una amor enorme por el fútbol y desde niño empezó a pulir su habilidad con la pelota. Desde los seis años juega como volante creativo, una posición en la sabe que tiene que ser rápido de mental y fìsicamente.