Mohammed Salah regresó y marcó 3 semanas después, pero el Mundial-2018 se le hizo corto al goleador de Egipto, que perdió este martes 3-1 frente a la anfitriona Rusia, que metió un pie y medio en los octavos de final del torneo.
Líderes del Grupo A con seis puntos y balance de ocho goles a favor por solo uno en contra, los dirigidos por Stanislav Cherchesov arrollaron en San Petersburgo a un Egipto victimizado por un autogol de Ahmed Fathi a los 47 minutos y tantos de Denis Cheryshev y Artem Dzyuba a los 59 y 62, respectivamente.
Lesionado en el hombro desde la final de la Liga de Campeones el 26 de mayo, Salah reapareció y descontó de penal a los 73, pero la gloria fue para Cheryshev, quien con tres goles alcanzó a Cristiano Ronaldo en la tabla de máximos cañoneros del torneo, y Rusia, a las puertas de clasificar por primera vez a la segunda fase de un Mundial desde que se desintegró la Unión Soviética en 1991.
“Creo que nadie puede negar la importancia de Salah, es un jugador vital”, dijo el DT de Egipto, Héctor Cuper. “Es difícil decir que que habría pasado si él hubiera estado en su mejor forma física. El equipo médico me informó que estaba para jugar”.
“Tuvimos doce minutos muy malos (en el segundo tiempo) y por ellos perdimos el partido. Hoy cometimos los errores que no habíamos cometido contra Uruguay” en el debut de Egipto con derrota 1-0, estimó Héctor Cuper.
El partido, y el Mundial, fueron un querer y no poder para la selección africana, prácticamente con relato en pasado pese a seguir con mínimas opciones, sin duda penalizada por la tardía entrada en escena de Salah y el crecimiento anímico y futbolístico de Rusia, seria amenaza a la sorpresa.
Uruguay, que venció en su debut a Egipto por 1-0, completa la segunda fecha de la llave el miércoles ante Arabia Saudita en Rostov del Don.