Los futbolistas suizos no celebrarán más goles con gestos de tintes políticos en el Mundial, aseguró el mediocampista Valon Behrami después de que sus compañeros Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri escaparan por poco de una suspensión tras la victoria del viernes pasado sobre Serbia.
Aunque la realidad es que esto podría ser porque es poco probable que Suiza vuelva a enfrentar a Serbia en Rusia.
“No volverá a suceder porque no habrá un juego como este otra vez. Para nosotros ahora es un caso cerrado”, dijo Behrami en una rueda de prensa el martes mientras Suiza se preparaba para enfrentar a Costa Rica en su último partido del Grupo E.
Los suizos necesitan un empate el miércoles en el estadio Nizhni Nóvgorod para avanzar a la siguiente ronda.
La Fifa impuso una multa de 10.000 francos suizos (10.126 dólares) a los futbolistas por “conducta antideportiva contraria a los principios del fair play” y una advertencia, pero no los suspendió.
Ambos jugadores, que son de etnia albanesa y herencia kosovar, celebraron con un gesto que pareció imitar al águila bicéfala de la bandera de Albania. Serbia se niega a reconocer la independencia de su antigua provincia de Kosovo, cuyos 1,8 millones de habitantes son en su mayoría de etnia albanesa.
La Fifa y la Uefa se aseguran que Serbia y Kosovo se mantengan separados cuando hacen sorteos para las competencias europeas.
“Por supuesto que estamos contentos de que nadie haya sido suspendido, pero es un asunto que va mucho más allá del fútbol y deberíamos dedicarle un poco más de tiempo (para discutirlo), pero ahora no es el momento adecuado”, dijo Behrami, quien nació en Kosovo.